Las averías en el hogar siempre son un quebradero de cabeza. Suponen un importante contratiempo, sobre todo si hablamos de una avería grave. En este sentido, dentro del hogar, las averías más frecuentes tienen que ver con la fontanería.

Ahora bien, ¿de qué tipo de averías hablamos? Pueden ser pequeños desperfectos perfectamente subsanables por nosotros mismos, mientras que otros problemas mucho más graves tienen que ser arreglados por profesionales del sector.

En este caso, nos vamos a referir a aquellas averías que pueden resultar más frecuentes y que habitualmente no son tan graves. Eso sí, puede que si no se soluciona, el problema ya esté en lugares inaccesibles, ya sea por atasco o por fuga.  

Cuando no se encuentra una solución fácil a estas averías, lo más probable es que las fugas se encuentren en bajantes, ya sea en codos “Ys” o codos. Entonces, ya hablamos de una situación grave, puesto que no se sabe dónde está la fuga y era necesario picar en techos o paredes para encontrarla, ¡hasta ahora!

En FSO Internacional, contamos con métodos pioneros para este tipo de trabajos. Podemos ayudarte en un sistema novedoso de reparación de tuberías sin obras o de desatascos sin obras.

Así, realizamos una inspección sin obras para detectar el punto en el que se encuentra la fuga y así no tenemos que picar para encontrarla. Con nuestro sistema patentado, conseguimos tapar desde dentro la fuga, sin mayores inconvenientes para ti.

¿Cuáles son los Problemas de fontanería más Comunes?

Ahora, sí que sí. Vamos a ver cuáles son las averías más comunes en la fontanería del hogar y cuáles son las posibles soluciones ante las mismas.

Fregadero Atascado

El fregadero es lo que más se atasca, sin lugar a dudas. Los restos de comida se acumulan junto con el propio jabón, generando malos olores, por si fuera poco. En este sentido, la mejor prevención posible es tener evitar, en la medida de lo posible, que no entren desperdicios de comida en el fregadero.

Hay varios motivos detrás del atasco de un fregadero, en función de donde se produzca la obstrucción, pudiendo estar en el sifón o en la bajante. Para poder desatascarlo, se puede utilizar productos desatascadores o desatascantes como vinagre y bicarbonato sódico.

Si después de tomar estas medidas no se ha solucionado el atasco, el problema puede estar en el sifón. En este supuesto, el hecho de que sea desmontable o no será de especial relevancia para poder desatascarlo por nuestros propios medios o de tener que consultar a profesionales.

Atasco en el Lavabo

Al igual que sucede con el fregadero, el atasco en el lavabo es otro de los problemas más habituales de fontanería. Una molestia importante por la ingente cantidad que nos lavamos las manos o los dientes a lo largo del día, ¡haced cuentas!

En este caso, la acumulación de jabón y pelos tienden a obstruir el lavabo. En este sentido, puede ser en el sifón o en la bajante. En primer lugar, es necesario probar con un desatascador químico o manual para ver si puede llegar a pasar el agua. En caso de que siguiera dando graves problemas, lo mejor es llamar a un fontanero.

Atasco en la Ducha

Al igual que sucede en  el lavabo, el principal problema en el atasco de la ducha reside en la acumulación de jabón y la correspondiente grasa que libera tras ser utilizada. La mezcla con pelos y otros productos pueden generar un importante tapón.

Si, tras utilizar un desatascador, la ducha sigue atascada, es necesario quitar la parte metálica del plato y, en caso de que sea posible eliminar los restos almacenados en la entrada de la tubería.

Cabe recalcar que, en la ducha es mucho más difícil a una zona más profunda de la tubería, por lo que es bastante factible que tengas que llamar a un fontanero ante un atasco grave.

Fuga de la Ducha

Otra de las averías más habituales dentro de la fontanería tiene que ver con la ducha y en la posible fuga de la misma. Verás que no sale toda el agua por la alcachofa y sale al principio o al final de la manguera.

Por norma general, los problemas de fuga en la ducha no son, para nada, graves. Lo puede resolver cualquier que tenga un poco de maña, puesto que lo que hay que hacer es cambiar la junta tórica o incluso la propia manguera.

Goteo del Grifo

Es un clásico dentro de los problemas de fontanería.  El continuo goteo del gripo sobre la pila puede llegar a ser muy molesto. Cuando el grifo, a pesar de estar completamente cerrado, sigue perdiendo agua, suele ser por un problema relativo a las juntas.

Una inspección del grifo nos permitirá saber dónde está, en concreto, este problema. En este caso, puede haber una fuga en la parte giratoria del caño o en el aireador. Dependiendo de ello, habrá que sustituir la junta o la junta tórica.

No sale Agua por el Grifo o poca Agua

En ocasiones, puede que al abrir un grifo salga poco agua o incluso no salga nada. Esto sucede habitualmente en aquellas zonas donde el agua es más dura y que tiene un culpable muy concreto: la cal.

Así, lo más probable en estas situaciones es que la cal esté bloqueando el paso en el filtro del agua. La solución, ante esto, es bien sencilla. Hay que desenroscar el filtro y colocarlo en un vaso con vinagre durante unas 12 horas.

Ahora, si esto sucede en una zona donde el agua apenas contiene cal  o ya has limpiado el filtro, el problema lo podemos tener en otro lugar. Puede deberse a que la presión no está del todo abierta y, de no ser así, deberá de ser un fontanero el que revise la instalación.

En resumen, queda más que claro que en el hogar puede haber numerosas averías vinculadas con la fontanería. Muchas de ellas, como habrás podido comprobar, son fácilmente solucionables, ¡otras no tanto!